miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mi recién estrenada afición a la navegación marítima

Hola a tod@s

En mis 40 años de existencia en este mundo, siempre he intentado ser fiel, dentro de lo posible, a mi concepto particular de vida. Esto es: vivir lo mejor posible trabajando lo menos que se pueda, perturbando a los demás lo mínimo, sin caer en la gorronería o en un exceso de caradura, vamos disfrutar molestando lo menos...
Esto me ha llevado muchas veces a ir contra corriente. Cuando a los 17 años dejé de estudiar (craso error) me hice hippie, bueno ya lo era un poco de antes, pero cuando dejé de estudiar tuve que dedicarme a ser hippie profesionalmente para poder comer y pagarme mis vicios y los de algún otro u otra que me acompañaba en ese momento (porque los hippies entonces eramos muy solidarios). Pues eso, que mi madre me presionaba para que encontrara un trabajo "decente" y Yo que nada... Que no me corto el pelo.
Aún con las greñas y los pendientes (el piercing no se había inventado todavía), mira tu por donde renuncié a la floreciente empresa familiar y me metí a mensajero. Me llamaba la atención lo mucho que se viajaba en ese trabajo. Todo el día con la moto de aquí para allá descubriendo nuevas calles y polígonos industriales en mi ciudad... Fascinante.
Este trabajo, que me duró un par de años, me permitió inciar mi carrera como hippie profesional. Pronto me di cuenta de que mi empleo de mensajero no me iba a llevar más allá de los límites de mi región, así que cuando en el segundo invierno empezé a meter nieve en el hueco de la bujía, para poder decir que se me había roto la moto y así poder pasar el día en casa fumando canutos frente a la estufa, supe que era el momento de pasar a la acción.
Dejé el trabajo(bueno lo medio dejé y me medio obligó mi jefa a dejarlo) y con esos dinerillos que tenía ahorrados compramos un billete de avión a Mexico.
Hoy no me voy a entretener mucho con esos primeros viajes a América Central y Sudamérica quizás algún día me anime con eso... Pero como decía mi carrera de hippie profesional comenzó en ese momento, con las cuatro artesanías que traíamos de allí en la maleta y que luego vendíamos a familiares, amigos, en mercadillos, o donde se terciara.
La cosa no fué mal, viajes en invierno... ventas en verano... Por fin pudimos hacernos con un sueño, adquirir, viajar y medio vivir en verano en una Volkswagen de las viejas, "los huevos" con la rueda delante que iban al paso de la burra, siempre te dejaban tirado, consumían 12 litros cada 100 km y te reconocían el status de hippie.

Es una pena... creo que no tengo fotos de la nuestra, pero era muy parecida a esa de la foto, con la diferencia que la nuestra tenía cama para cuatro personas, cocina, nevera, ducha y una tele en blanco y negro de las de tubo pequeñas (que nunca se veía bien). Tambien era azul y tambien teníala rueda delante y lo bueno es que aunque siempre siempre nos dejaba colgados (o se acababa la gasolina) allí donde nos dejara era nuestro hogar.
Con nuestra Wolkswagen durante algunos años recorrimos casi toda la costa española y algo del interior, me gustaba vivir en ella, la sensación de libertad, viajar sin prisas  hasta donde nuestros recursos económicos producidos por la venta de artesanías nos llevaran sin importar demasiado donde pondríamos nuestra carpetita repleta de pulserillas, collares y pijadillas varias.
Allí en aquellos lugares de la costa, siempre había barcos, pequeños veleros. Un velero es un poco como una furgo... también tiene cama, y cocina y es capáz de moverse por el mar por sus propios medios sin necesidad de gastar demasiado en combustible. Que digo... Un barco es mejor que una furgo, porque además te permite estar solo en medio de la inmensidad escuchando nada más que el ruido del viento y el mar...



Quizás ese sea el concepto que a mis cuarenta años me ha llevado sacarme el carnet de patron de embarcaciones de recreo sin experiencia previa y siendo yo de secano no se en que quedará, pero por lo pronto ya puedo decir que soy Patrón.

Saludos

3 comentarios:

  1. Bueno como a mi esto me pilla de nuevo, pues no se muy bien donde pongo las cosas. Lo de la símil culinario era para esta "página". Me ha gustado mucho como has descrito y escrito tu mediana vida, hasta para no trabajar hay que currar un montón ser valiente y tener humor, yo por lo menos así te reconozco. Hala! a seguir escribiendo.
    Besos Joxean.
    P.D.: A ver si nos arreglamos un poco ese pelo.

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  2. Esta vida es como una receta de cocina, por lo general la mayoría de las veces comemos lo mismo, lo que nuestros papis con todo su esfuerzo y dedicación nos han dado y enseñado para poder crecer sanos y fuertes como el primo de zumosol, pero llega un momento en el que uno descubre nuevos ingredientes que dan un sabor nuevo y distinto, atractivo, fascinante... uno debe aprender a cocinar esos nuevos ingredientes y a veces salen unos platos que dan por saco, pero aportan experiencia para los siguientes, hasta que un día, no sin perseverancia y con suerte se consigue hacer una comida personal,apetitosa, fantástica que te alimenta a ti y a los que estan a tu alrededor.(aunque a veces se nos vaya la mano con la sal).
    Enhorabuena cocinero. fdo:Joxean

    En este día, en el que ha salido la comida amarga, quiero aprovechar este espacio tan inmenso, para tener un recuerdo para Carmelo,
    donde quiera que estés descansa en paz.

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  3. Esa amarga amarguísima comida es la noticia mala malísima del año...

    Allí donde estés Carmelo, descansa.

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